sábado, 12 de enero de 2013

Caso De Estudio 06: OPEN HOUSE. Gordon Matta-Clark 1972.

En 1972, Gordon Matta-Clark instaló entre el 98 y el 112 Greene Street su obra Open House (Casa abierta), que sugiere el establecimiento de un espacio que dentro de lo privado conforma el entramado de la ciudad dentro de sus manzanas, una casa ocupando un espacio público en medio del viario y fuera de este entramado que conforma ya la ciudad, y que a su vez que abierta por su parte superior y que sólo es cubierta por un conjunto de paraguas para recobijarse en su interior. Esta obra también fue llamada Dragon y Dumpster, sufragada por Horace y Hofly Solomon y realizada con la ayuda de Ted Greenwald, Richard Peck y Manfred Hecht. Otra retitulación de la obra podría ser La nocasa ya que la casa en sí, se percibe como algo privado, al igual que esta obra que cumple a su vez como concepto de casa, cumpliendo las funciones de una casa en su organización y a su vez no llega a convertirse ni en casa ni en algo  privado, ya que queda abierta al exterior y sólo llega a cubrirse con paraguas para evitar el agua en su interior, por ello cumple algo que podríamos decir que es privado (casa) y algo público por el hecho de que se abre al exterior, por ello definir la casa como un lugar semipúblico, no definido del todo. La obra continúa las investigaciones del artista en torno al uso de materiales de desecho, maderas y puertas encontradas, que posteriormente serían recicladas tras su período de uso, y su manipulación arquitectónica para crear nuevas percepciones espaciales. Matta-Clark dividió un contenedor industrial en tres pasillos, conformando las medidas de un container de 2,50 metros por 7 metros de largo y unos 2,50 metros de altura, que comunicaban diferentes habitaciones a través de múltiples y alternativas aperturas. Conformaría lo que sería la vivienda mínima estableciendo todas sus medidas minimizándolas hasta su extremo para poder vivir en su interior. Esta pieza se trataba de una propuesta abierta, instalada en la vía pública, dirigida a cualquier viandante, se convirtió en un centro para las actividades de mucha gente: bailarines, artistas… y que, mostrando un ambiente grabado en sonidos cotidianos, ofrece a los usuarios la posibilidad de construir, imaginar y representar todo aquello que se impone, se reprime, se olvida o se teme; algo que supera y trasciende los límites conceptuales y de la escultura y se adentra en una nueva consideración desde el arte, del espacio público. Poner en circulación una obra que se inscribe dentro de lo que podemos entender como el debate público/privado.



Open House suponía también una performance, ya que cada participante activaba la obra al moverse a través del espacio, con un importante factor de improvisación, en el que la provocación, el asombro y la estética juegan un papel principal. Performance comenzó a utilizarse como manifestaciones artísticas a finales de los años 60 tal como ocurre con esta obra. Estos performances pueden ocurrir en cualquier lugar, iniciarse en cualquier momento y puede tener cualquier duración y constituyen cuatro elementos principales como es el tiempo, espacio, cuerpo artista y la relación público-privado que es en este caso lo más importante al tratar en este tema.



Al igual que la obra de Red Pública Gordon Matta-Clark crea un espacio que forma parte de lo privado y lo establece en un lugar de uso público. Es justo la contrariedad de lo que busca la obra del Bienal, ya que estos incorporan lo público dentro de lo privado y Gordon establece justo el contrario, jugando con el uso de los espacios público/privado.


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